Aguas de marzo

La can­ción Águas de Março cum­ple 40 años

La famo­sa can­ción bra­si­le­ña de Anto­nio Car­los Jobim cum­ple cua­ren­ta añi­tos... y ahí está, tan fres­ca como el pri­mer día. De hecho, el perió­di­co Folha de São Pau­lo la nom­bró mejor can­ción bra­si­le­ña de siem­pre (tras con­sul­tar a más de dos­cien­tas per­so­na­li­da­des del país carioca).

La letra de esta can­ción es como un torren­te que baja por una lade­ra; una des­crip­ción deta­lla­da de imá­ge­nes y sím­bo­los pro­pios de Bra­sil que, una vez más cada año, mar­can la lle­ga­da de Mar­zo, mes en el que empie­za a llo­ver y ter­mi­na el verano en el hemis­fe­rio sur.

En el pro­gra­ma Cuan­do los Ele­fan­tes Sue­ñan con la Músi­ca, de Car­los Gali­lea en Radio 3 nos recuer­dan que... ¡ESTAMOS EN MARZO! Y cla­ro... ¿qué mejor momen­to para recor­dar esta canción?

A con­ti­nua­ción la letra tra­du­ci­da y, más aba­jo, la expli­ca­ción de algu­nos con­cep­tos y nom­bres... para ayu­dar a com­pren­der mejor el sig­ni­fi­ca­do de esta canción.

 

Glosario

Tocón.- Par­te del tron­co de un árbol que que­da uni­da a la raíz cuan­do lo cor­tan por el pie. La can­ción hace refe­ren­cia a la sole­dad del tocón des­pués de la épo­ca de tala.

Pero­ba.- Pero­bá o Palo Rosa, árbol típi­co de Sudamérica.

Cain­gá.- géne­ro de plan­ta con flo­res; en con­cre­to el nom­bre cien­tí­fi­co de la espe­cie a la que corres­pon­de la cain­gá es Mol­denha­we­ra flo­ri­bun­da.

Mati­ta Perei­ra (Mati­ta­pe­rê).- nom­bre que reci­be el cuco raya­do, cres­pín o cris­pín en Bra­sil. A su vez rela­cio­na­do con el fol­clo­re de Bra­sil a tra­vés del per­so­na­je Sací. Un joven con una sola pier­na, negro o mula­to, con agu­je­ros en las pal­mas de sus manos, que fuma en pipa y usa una gorra mági­ca de color rojo para apa­re­cer o des­apa­re­cer. Una cria­tu­ra bro­mis­ta que con­ce­de­rá deseos a todo aquel que sea capaz de arre­ba­tar­le su gorra. Este per­so­na­je es capaz de trans­for­mar­se en el esqui­vo Mati­ta­pe­rê para esca­par u ocultarse.

Fes­ta da cumeei­ra.- cono­ci­da en Chi­le como la fies­ta de los Tije­ra­les; los tije­ra­les son las vigas que nacen de las sole­ras de los muros y que se unen en la qui­lla o viga maes­tra de una cons­truc­ción, con­for­man­do la estruc­tu­ra sobre la que irá la techum­bre. Antes de que lle­guen las llu­vias, en las cons­truc­cio­nes a las que hace refe­ren­cia la can­ción, se debe dejar ter­mi­na­da la techum­bre y, por tan­to, los tije­ra­les con su res­pec­ti­vo fes­te­jo. Jobim uti­li­za aquí el sím­bo­lo de esta fies­ta (fies­ta de la Cumeei­ra en Bra­sil) que cele­bra el fin del pro­ce­so de cons­truc­ción del teja­do de una casa.

Garra­fa de cana.- hace refe­ren­cia al ron de caña o cachaça. La bote­lla de cachaça.

Bello hori­zon­te.- Jue­ga con ambi­güe­dad de uti­li­zar el tér­mino bello hori­zon­te; Belo Hori­zon­te es la capi­tal del esta­do de Minas Gerais y, ade­más, pue­de ser un hori­zon­te bello, pro­por­cio­na­do por el cam­bio de esta­ción y la lle­ga­da de las aguas.

En la penúl­ti­ma estro­fa, Elis y Tom can­tan la can­ción cor­tan­do las pala­bras por la mitad. Por eso qui­zá sue­ne dis­tin­to a lo que está escri­to, pero esa es la letra correcta.

 

Es evi­den­te... cual­quie­ra que se haya sen­ta­do a escri­bir una letra para una can­ción podrá reco­no­cer que... ¡es una genia­li­dad! Es un tra­ba­jo ver­da­de­ra­men­te espec­ta­cu­lar... no solo por la caden­cia rít­mi­ca y armó­ni­ca que nos hace meter­nos en una espi­ral cícli­ca —dejan­do correr... como el torren­te de agua que cae por las calles, ríos y des­agües—, la letra... es un tra­ba­jo más que per­fec­to. Bien hecho, con toda pre­me­di­ta­ción, al deta­lle... redonda.

Es curio­so... me iden­ti­fi­co con la atmós­fe­ra de esta can­ción —sal­van­do las dis­tan­cias— por­que mi mes pre­fe­ri­do es sep­tiem­bre (ya dejé caer algo sobre dicho mes en este post)... pre­ci­sa­men­te el que cie­rra el verano pero en el hemis­fe­rio nor­te... y siem­pre he teni­do un cier­to regus­to en los últi­mos cole­ta­zos vera­nie­gos —que son los mejo­res— y la pos­te­rior vuel­ta a la coti­dia­ni­dad —tam­bién reconfortante—.

Nota.- Aquí la ver­sión más cono­ci­da de esta can­ción, inter­pre­ta­da a dúo por el pro­pio Tom Jobim y Elis Regi­na (la mejor ver­sión you­tu­be). Me habría gus­ta­do inser­tar el vídeo, pero el usua­rio que lo ha col­ga­do ha inha­bi­li­ta­do esa opción.

Otros you­tu­be’s:

El borracho y la equilibrista

Últi­ma­men­te estoy recu­pe­ran­do algu­nas can­cio­nes de bos­sa nova con mi ami­ga Sara López Vene­ros. Hemos pen­sa­do que podría­mos hacer algo jun­tos. En el últi­mo ensa­yo me pidió que res­ca­ta­se «aque­lla» can­ción... O Bêba­do e a Equi­li­bris­ta... (El Borra­cho y la Equi­li­bris­ta, 1969 — João Bos­co y Aldir Blanc), una de las can­cio­nes más boni­tas que se han hecho en Bra­sil. Siem­pre me pare­ció muy difí­cil, pero preciosa.

Para mi estas can­cio­nes son un supli­cio por­que como no ten­go ni la más repa­jo­le­ra idea de armo­nía, etc... cada can­ción se me anto­ja como un tótem, a veces, inac­ce­si­ble. Pero es que son can­cio­nes tan boni­tas, que vale la pena inten­tar­lo. Lo peor de todo es tener que jugar al Tetris con los dedos sobre el más­til, al final ya no sabes ni qué hacer con ellos.

El Borra­cho y la Equi­li­bris­ta no es una can­ción cual­quie­ra; fue una de esas can­cio­nes que se con­vir­tió en himno ofi­cio­so para el país. Los bra­si­le­ños —has­ta don­de yo sé— al escu­char esa can­ción sien­ten una espe­cie de orgu­llo nos­tál­gi­co de su Bra­sil bra­si­lei­ro. Y tam­po­co es de extra­ñar, letra y músi­ca son subli­mes. Pero para enten­der esta can­ción, supon­go, sería con­ve­nien­te cono­cer ple­na­men­te la letra. Todas las tra­duc­cio­nes que he vis­to por la red son bas­tan­te malas (al menos, las que he podi­do encon­trar, son nefas­tas… hechas con el correc­tor auto­má­ti­co de Goo­gle y a correr).

Vaya­mos pues, al turrón.

Ana­li­ce­mos la letra en detalle.

En pri­mer lugar, debe­ría que­dar cla­ro el títu­lo… El Borra­cho es el artis­ta en sen­ti­do peyo­ra­ti­vo —en el sen­ti­do de vago y malean­te que se tuvo (¿tie­ne?) en Espa­ña—; la equi­li­bris­ta es la demo­cra­cia, que avan­za­ba len­ta­men­te por una cuer­da flo­ja, pudien­do caer en cual­quier momento.

Caía a tar­de fei­to um viaduto

En la déca­da de los 70, un impor­tan­te via­duc­to cons­trui­do por el gobierno cayó sobre coches y auto­bu­ses en la ciu­dad de Belo Hori­zon­te —Bra­sil—, matan­do a muchas per­so­nas. La cen­su­ra de la épo­ca ocul­tó en la medi­da de lo posi­ble el suce­so. Los auto­res uti­li­zan esta fra­se, por tan­to, de mane­ra un tan­to trá­gi­ca y al mis­mo tiem­po irónica.

E um bêba­do tra­jan­do luto me lem­brou Carlitos

En Bra­sil, al famo­so Char­lot de Char­les Cha­plin se le cono­ce como «Car­li­tos». Por tan­to, la fra­se sim­bo­li­za al artis­ta que está tris­te —por eso va de luto— que hace recor­dar a Char­lot; la com­pa­ra­ción tam­po­co es casual, el per­so­na­je de Char­lot repre­sen­ta a un vaga­bun­do que, a pesar de ser pobre y no tener nada, inten­ta man­te­ner una cier­ta dig­ni­dad y edu­ca­ción, al mar­gen del sis­te­ma que lo opri­me. Ya el pro­pio Cha­plin suge­ría de mane­ra sutil esa rela­ción entre artis­ta y medio en sus pelí­cu­las —con o sin Char­lot—; Can­di­le­jas es un buen ejem­plo de ello.

A lua tal qual a dona do bordel

En la épo­ca a la que la can­ción hace refe­ren­cia, a los enchu­fa­dos civi­les en la admi­nis­tra­ción públi­ca se les deno­mi­na­ba «lunas». Se solía decir que eran capa­ces de decir amén a todo lo que el poder mili­tar les orde­na­ra. Si los mili­ta­res dije­sen que la luna era negra, estas per­so­nas lo res­pal­da­rían sin mediar pala­bra con tal de colo­car­se en pues­tos de rele­van­cia. Hoy no son los mili­ta­res los que dicen que la luna es negra... pero el esque­ma es pare­ci­do, solo que con otros pro­ta­go­nis­tas.

Al mis­mo tiem­po, a la cla­se polí­ti­ca se le con­si­de­ra­ba un bur­del en el que todo podía suce­der con total y abso­lu­ta impu­ni­dad. El ver­so, por tan­to, hace refe­ren­cia a esa cas­ta detrás del poder —el bur­del—.

Pedia a cada estre­la fria um brilho de aluguel

Cada estre­lla fría, repre­sen­ta a los miem­bros del ejér­ci­to —las estre­llas de los gene­ra­les—; por tan­to los «lunas» pedían favo­res a las «frías estre­llas», con el fin de obte­ner un «bri­llo de alquiler».

E nuvens lá no mata-borrão do céu

«Las nubes» son figu­ras into­ca­bles e inal­can­za­bles —los tor­tu­ra­do­res—. El «mata-borrao» es el ins­tru­men­to que anti­gua­men­te se uti­li­za­ba para secar la tin­ta al escri­bir con plu­ma —eli­mi­nar man­chas—… se cono­ce como seca­tin­tas en Suda­mé­ri­ca, tam­pón de papel secan­te en Espa­ña o roc­ker-blot­ter en el mun­do anglo­sa­jón. Ese «seca­tin­tas» está allí en el cie­lo… en las altas esfe­ras, por tan­to, inal­can­za­ble. Esas nubes se refie­ren al DOI-CODI bra­si­le­ño. El equi­va­len­te a la Bri­ga­da Polí­ti­co-Social del fran­quis­mo o la PIDE portuguesa.

Chu­pa­vam man­chas tor­tu­ra­das, que sufo­co louco

«Las nubes» eli­mi­na­ban «man­chas». Man­chas en el sis­te­ma, ele­men­tos incó­mo­dos. Man­chas tor­tu­ra­das. Un ago­bio angus­tio­so. Algo que han pade­ci­do varios pue­blos tan­to en Suda­mé­ri­ca como en el res­to del mun­do, con sus res­pec­ti­vas «nubes».

O bêba­do com cha­péu coco

Una vez más hace alu­sión al borra­cho —vago y malean­te— con el bom­bín pues­to —refe­ren­cia al sím­bo­lo de Charlot—.

Fazia irre­ve­rên­cias mil prá noi­te do Brasil, 
Meu Bra­sil...

El borra­cho hacía sus irre­ve­ren­cias —como esta can­ción en sí mis­ma— y las lan­za­ba o inter­pre­ta­ba en la noche de Bra­sil. La noche de Bra­sil hace refe­ren­cia al tiem­po acia­go de Bra­sil, a lo que toca­ba vivir en ese momen­to… la noche de la dic­ta­du­ra. Algu­nos artis­tas del momen­to deja­ron com­po­si­cio­nes que tras­cen­die­ron el tiem­po y el espa­cio dejan­do inge­nio­so regis­tro de lo suce­di­do. Sue­le pasar... son cosas del Arte en gene­ral… aun­que sea una acti­vi­dad que se minus­va­lo­re o malin­ter­pre­te con fre­cuen­cia.

Que sonha com a vol­ta do irmão do Henfil

El ver­so hace refe­ren­cia a Hen­ri­que de Sou­sa Filho —Hen­fil; famo­so perio­dis­ta, cari­ca­tu­ris­ta— y su her­mano exi­lia­do, Betinho —Her­bert José de Sou­sa, soció­lo­go—. Dos her­ma­nos crí­ti­cos con la dic­ta­du­ra. El exi­lia­do Betinho repre­sen­ta­ba a todos los que tuvie­ron que mar­char­se por la dictadura.

Para­do­jas de la vida, Elis Regi­na inter­pre­tó este tema de mane­ra magis­tral y encum­bró la can­ción (con­si­de­ra­da un himno en Bra­sil)… Pero exis­tió un con­flic­to entre Hen­fil —men­cio­na­do en la can­ción— y la pro­pia Elis. La can­tan­te hizo una pre­sen­ta­ción para el ejér­ci­to y Hen­fil la cri­ti­có dura­men­te, la colo­có en el Cemen­te­rio de los Muer­tos Vivos —una espe­cie de lis­ta satí­ri­ca de los per­so­na­jes afi­nes al régi­men o, según Hen­fil, alie­na­dos de la épo­ca—. Ella pro­tes­tó por la acti­tud de Hen­fil, y éste vol­vió a colo­car­la en dicho cemen­te­rio simbólico.

Elis sufrió mucho por lo que publi­có Hen­fil y, el pro­pio Hen­fil al saber que Elis se sin­tió tan doli­da, lamen­tó lo que había hecho. Al fina­li­zar la serie, se hizo ente­rrar en el Cemen­te­rio de los Muer­tos Vivos. Con el tiem­po se con­vir­tie­ron en muy bue­nos amigos.

Com tan­ta gen­te que par­tiu num rabo de foguete

Refe­ren­cia a los exi­lia­dos que tuvie­ron que mar­char­se como Betinho, el her­mano de Henfil.

Cho­ra... a nos­sa pátria mãe gentil
Cho­ram Marias e Cla­ris­ses no solo do Brasil

Llo­ra Bra­sil, y llo­ran las Marias y Cla­ris­ses —ambos nom­bres feme­ni­nos típi­cos de Bra­sil—; los dos nom­bres hacen refe­ren­cia a las espo­sas de dos tor­tu­ra­dos que falle­cie­ron en las depen­den­cias del DOI-CODI de São Pau­lo. María era la espo­sa de Manuel Fiel Filho, falle­ci­do en enero de 1976; y Cla­ris­se, espo­sa del perio­dis­ta Wla­di­mir Her­zog, falle­ci­do en octu­bre de 1975. Ambos falle­ci­dos como con­se­cuen­cia de tortura.

Mas sei...
Que uma dor assim pungente 
Não há de ser inutilmente
A espe­ra­nça dança 
Na cor­da bam­ba de sombrinha
E em cada pas­so des­sa linha 
Pode se machucar

Los espa­ño­les podre­mos enten­der bien este párra­fo, por­que de él se des­pren­de una atmós­fe­ra muy pare­ci­da a la de la tran­si­ción espa­ño­la —sím­bo­lo cla­ve en esta can­ción—. La tran­si­ción supu­so que la demo­cra­cia —la equi­li­bris­ta— cami­na­ra por una cuer­da flo­ja… y en cada paso por esa línea, podía caer y fra­ca­sar. Por tan­to, según el párra­fo, el sufri­mien­to habrá mere­ci­do la pena si se con­si­gue. Por eso la equi­li­bris­ta bai­la en una cuer­da flo­ja, hace ejer­ci­cios de funambulismo.

Azar...

¡Mala suer­te! Una excla­ma­ción algo sar­cás­ti­ca… un ¡Vaya por dios hombre!

A espe­ra­nça equilibrista

La espe­ran­za de alcan­zar la democracia…

Sabe que o show de todo artista

Sabe que el come­ti­do de todo artis­ta —Char­lot está muy bien ele­gi­do para esta can­ción, pues­to que per­so­ni­fi­ca muy bien la ima­gen del artis­ta que se pre­ten­de trans­mi­tir; exac­ta­men­te la mis­ma que pre­ten­día trans­mi­tir Char­les Cha­plin con su vaga­bun­do—. El arte es una for­ma de per­pe­tuar la reali­dad que nos rodea. Esto impli­ca que los artis­tas, de una u otra for­ma, son cro­nis­tas de sus res­pec­ti­vas épo­cas. Solo el Arte tras­cien­de el tiem­po… por suer­te o des­gra­cia. Los tex­tos de un ver­da­de­ro cro­nis­ta en la pren­sa, casi con total segu­ri­dad, dura­rán un tiem­po… pero se pier­den con los años. El Arte, si es bueno, dura mucho más. Algu­nas obras duran tan­to cuan­to duren los espec­ta­do­res que las per­ci­ban… tras­cien­den a sus pro­pios crea­do­res… que que­dan atrás en el tiem­po.

Tem que continuar…

Por tan­to… el come­ti­do de los artis­tas: ¡Debe con­ti­nuar!

Aho­ra habría que enchu­far la radio… y ver si lo que escu­cha­mos en las emi­so­ras comer­cia­les, tie­ne este gra­do de tra­ba­jo, pre­me­di­ta­ción y esfuer­zo a la hora de com­po­ner y escri­bir. A los com­po­si­to­res la can­ción les que­dó redon­da… No está de más cono­cer estas cosas para poder hacer auto­crí­ti­ca… cono­cer el gra­do de esfuer­zo e inten­ción que tie­nen algu­nas com­po­si­cio­nes, ayu­da a enten­der y a ser humil­de, por­que supe­rar este gra­do de acier­to y buen hacer es MUY impro­ba­ble. Pero cla­ro… ahí ya entran en jue­go los egos de cada uno… de modo que… ¡allá cada cual!

PD.- Ver­sión con toda la esté­ti­ca ini­cial de la can­ción... melan­co­lía iró­ni­ca, sutil, rít­mi­ca... eter­na. El «Al Alba» de Luis Eduar­do Aute, pero en su expre­sión bra­si­le­ña, sal­van­do las dis­tan­cias espa­cio-tem­po­ra­les y de esti­lo, claro.

Y por supues­to... Elis...

Fuen­tes: a par­te de los links ya enla­za­dos, la red está reple­ta de infor­ma­ción sobre esta can­ción... casi todo en por­tu­gués, eso sí. Pero a quien le ape­tez­ca inves­ti­gar más, no hay más que uti­li­zar el titu­lo de la can­ción en un bus­ca­dor para empe­zar. Que­ría hacer esta entra­da por­que, al menos yo, no he sido capaz de encon­trar algu­na expli­ca­ción más deta­lla­da en cas­te­llano. Aquí que­da pues.

Telenovelas

Hay cosas que los cas­te­llano-par­lan­tes jamás enten­de­re­mos o, por lo menos, no están a nues­tro alcan­ce… una de esas cosas son: las tele­no­ve­las. Lo hemos inten­ta­do… pero nada… que no hay mane­ra. Pare­ce que la tele­no­ve­la —o mejor dicho, la nove­la tele­vi­sa­da— no es un géne­ro que se pue­da cul­ti­var en aque­llos sitios en los que se hable cas­te­llano. Hubo algu­na res­pe­ta­ble excep­ción… pero sin mucha con­ti­nui­dad en el tiem­po. En cas­te­llano, decir tele­no­ve­la es sinó­ni­mo de basu­ra total y abso­lu­ta. Una pena.
Los reyes de la nove­la tele­vi­sa­da son, sin lugar a dudas, los bra­si­le­ños. En esta cues­tión no hay lugar a dis­cu­sión. Cla­ro que, para poder deba­tir­lo, con­vie­ne cono­cer bien la dife­ren­cia entre las nove­las tele­vi­sa­das en por­tu­gués o en castellano.
Para que nos enten­da­mos, la dife­ren­cia entre una nove­la bra­si­le­ña y una de cual­quier otro país que pro­duz­ca mate­rial en cas­te­llano —inclui­da Espa­ña— sería la equi­va­len­te a esta com­pa­ra­ción musical:


Demoledor.

Y las razo­nes son tan evi­den­tes que tam­bién resul­tan demo­le­do­ras. Hace déca­das, en Bra­sil se con­si­de­ró que su rique­za cul­tu­ral —inclui­do el idio­ma— debe­ría ser acce­si­ble para todo el mun­do… inclui­do el indi­vi­duo más aban­do­na­do de la fave­la más pobre del lugar. Las polí­ti­cas del minis­te­rio de cul­tu­ra en gene­ral, a lo lar­go de estos años, han ido enfo­ca­das a difun­dir, trans­mi­tir y cul­tu­ri­zar a todas las per­so­nas… inclui­das aque­llas que se encuen­tran en con­di­cio­nes más des­fa­vo­re­ci­das. ¿Cómo pue­de un minis­te­rio exten­der la cul­tu­ra por estas per­so­nas?... evi­den­te… la tele­vi­sión. Déca­das de arduo tra­ba­jo han dado su fru­to, sin nin­gún lugar a dudas.

Los movi­mien­tos cul­tu­ra­les pro­ce­den­tes de Bra­sil que per­ci­bi­mos los cas­te­llano-par­lan­tes no son mera casua­li­dad… son el fru­to de un lar­guí­si­mo tra­ba­jo… una cons­tan­cia admi­ra­ble, tenaz y con­tun­den­te. Se podría decir que no todo lo que sale de Bra­sil es per­fec­to —tam­bién tie­nen mucha basu­ra mediá­ti­ca, qué duda cabe— pero des­de lue­go han hila­do mucho más fino que el res­to… y esto no es una mera afir­ma­ción, se pue­de demos­trar y argumentar.

Bra­sil es admi­ra­ble por infi­ni­dad de fac­to­res pero, sin duda, el cul­tu­ral es uno de ellos. ¿Cómo es posi­ble que el úni­co país de habla por­tu­gue­sa en el con­ti­nen­te ame­ri­cano saque tan­ta ven­ta­ja al res­to de paí­ses en algu­nos aspec­tos cul­tu­ra­les? Habrá quién esté más de acuer­do o menos… pero la ven­ta­ja la tie­nen. ¿Por qué? Las polí­ti­cas de cul­tu­ra a lo lar­go de los años han teni­do bas­tan­te que ver. Cier­to es que en tér­mi­nos estric­ta­men­te lite­ra­rios, todos los paí­ses sur­ame­ri­ca­nos están muy equi­pa­ra­dos… unos más, otros menos… pero en lo que ata­ñe a hacer dicha cul­tu­ra acce­si­ble a la gen­te sin for­ma­ción… los bra­si­le­ños se lle­van la pal­ma de oro.

En Bra­sil, se qui­so hacer acce­si­ble dicha lite­ra­tu­ra a los ciu­da­da­nos, de otra mane­ra… un buen ejem­plo de ello —y míti­co— fue Gabrie­la, cra­vo e cane­la (Gabrie­la, cla­vo y cane­la, de Jor­ge Ama­do). La tele­no­ve­la era… pre­ci­sa­men­te eso… una nove­la tele­vi­sa­da. El obje­ti­vo era con­se­guir trans­mi­tir aque­lla obra a las per­so­nas que no lee­rían un libro… pero sí se sen­ta­rían ante el tele­vi­sor todas las noches para ver a la impre­sio­nan­te Sonia Bra­ga —huel­ga decir que el públi­co mas­cu­lino moría por aque­lla Gabrie­la… ¡qué menos!—.

Ya lo dice el pri­mer comen­ta­rio del you­tu­be sobre este últi­mo vídeo: quan­do uma mulher con­se­gue ser boni­ta com o sova­co pelu­do é por­que ela é boni­ta de ver­da­de. Enci­ma y por si fue­ra poco la ban­da sono­ra de Anto­nio Car­los Jobim —nada más y nada menos— daba aún más enjun­dia a la tele­se­rie… una deli­cia que dis­fru­ta­ron bra­si­le­ños y por­tu­gue­ses como niños pequeños.

Tan­to, que mi madre me con­tó que cuan­do se emi­tía la serie Gabrie­la, cla­vo y cane­la en Por­tu­gal, de 20:30 a 21:00 en 1975/76, los dipu­tados de la Asam­bleia da Repú­bli­ca —lo equi­va­len­te en Por­tu­gal al con­gre­so de los dipu­tados— para­ban la sesión para hacer un des­can­so y ver el capí­tu­lo de la serie. Esto es verí­di­co, cual­quie­ra que ten­ga rela­ción con un por­tu­gués que andu­vie­ra por Por­tu­gal en esa épo­ca podrá con­fir­mar este asun­to. Los por­tu­gue­ses, dicho sea de paso, han sen­ti­do en sus car­nes estas tele­no­ve­las como si les fue­ra en la san­gre… y en cier­to modo así era. La unión de Bra­sil y Por­tu­gal va más allá del idio­ma… y que nadie lo dude, las tele­no­ve­las bra­si­le­ñas han hecho mucho por esa unión. Des­de que empe­za­ron, jamás han deja­do de ser emi­ti­das en el país vecino… cual­quie­ra podrá con­fir­mar este asunto.

Los niños, por ejem­plo, dis­fru­tá­ba­mos de una obra archi­co­no­ci­da… O Sitio do Pica­pau Ama­re­lo —el Sitio del Pája­ro Car­pin­te­ro Ama­ri­llo—. En los cré­di­tos se podía leer… Adap­tação da obra de Mon­tei­ro Loba­to… y músi­ca de… ¡Gil­ber­to Gil! (pro­me­to ela­bo­rar algún día un post sobre la músi­ca bra­si­le­ña diri­gi­da al públi­co infan­til… de lo mejor que se ha hecho sin lugar a dudas!!)

Pero lo mío… es más algo per­so­nal con una mara­vi­llo­sa e inol­vi­da­ble tele­no­ve­la… Roque San­te­iro. Solo recor­dar ese nom­bre me trae a la memo­ria mi infan­cia al com­ple­to como una ava­lan­cha. Es muy difí­cil expli­car los mati­ces de estas series… pero, en defi­ni­ti­va, habla­mos de tea­tro… puro tea­tro… arte, unos acto­res como los que no hay en nin­gún sitio. El idio­ma limi­ta pues­to que no es inglés o cas­te­llano y, por tan­to, no se apre­cia en ple­ni­tud a estos figu­ras más que en los paí­ses de habla por­tu­gue­sa... pero pon­go la mano en el fue­go, no hay acto­res como los bra­si­le­ños; no sé si es por una cues­tión de haber cul­ti­va­do el géne­ro des­de hace mucho tiem­po, no sé si es por una cues­tión de for­ma­ción… pero no hay acto­res más sin­ce­ros, vero­sí­mi­les y bue­nos que estos tipos. Una vena cómi­ca muy pecu­liar, pro­pia de la cul­tu­ra bra­si­le­ña, deli­cio­sa… una ima­gi­na­ción muy sobre­sa­lien­te. Dan mil vuel­tas a todo pero, no sé si por suer­te o des­gra­cia… al final los úni­cos que dis­fru­tan de estas cosas son los pro­pios bra­si­le­ños o por­tu­gue­ses. Doblar a un actor/actriz bra­si­le­ña es como tener sexo uti­li­zan­do sie­te pre­ser­va­ti­vos al mis­mo tiem­po. En serio.

Y cla­ro, para cap­tar los mati­ces… tam­bién es nece­sa­rio tener un domi­nio poten­te de la cul­tu­ra y el idio­ma. Al igual que para hacer­lo con la músi­ca, la bos­sa, etc. Es una lás­ti­ma, por­que medio mun­do no sabe lo que se pier­de. Con la músi­ca es rela­ti­va­men­te más fácil… a fin de cuen­tas, una can­ción no deja de ser un len­gua­je uni­ver­sal —más o menos—. El hecho de que Aguas de Março esté en por­tu­gués, no es impe­di­men­to para que aca­ba­se sien­do con­ver­ti­da en están­dar de jazz… eso sí… al final, siem­pre se aca­ba tra­du­cien­do… inclu­so tenien­do en cuen­ta que una can­ción se hace y con­ci­be para un idio­ma en con­cre­to. Es lo que hay.

En el últi­mo capí­tu­lo de Roque San­te­iro… Bra­sil se para­li­zó. Lo mis­mo suce­dió con Por­tu­gal. Era otra his­to­ria. En el res­to de paí­ses de Sura­mé­ri­ca inten­ta­ron lograr el mis­mo éxi­to que las nove­las bra­si­le­ñas pero nada… bur­dos suce­dá­neos de las ori­gi­na­les. En otros paí­ses no se supo orien­tar la pro­duc­ción de este for­ma­to. Y, ade­más, hay que tener en cuen­ta que cos­tó mucho tiem­po y esfuer­zo con­so­li­dar esta indus­tria en Bra­sil… pero nada suce­de por casua­li­dad o, al menos, no en este caso.

Aque­llos bur­dos suce­dá­neos pudie­ron ser Cris­tal, por ejem­plo —del mis­mo año que Roque Santeiro—…

Esto solo se pue­de detec­tar si se ha sido tes­ti­go de AMBAS nove­las… hoy, casi trein­ta años más tar­de… no hay duda. Ni color. Las dife­ren­cias de cali­dad en tér­mi­nos inter­pre­ta­ti­vos, de argu­men­to, de pre­su­pues­to, artís­ti­co, musi­cal, etc… son des­co­mu­na­les. Tan­to, que me deci­dí a escri­bir este post por­que, con el paso de los años, sigo sor­pren­di­do con las dife­ren­cias. Aquel ger­men ini­cial esta­ble­ció dos para­dig­mas para emi­tir nove­las tele­vi­sa­das: el cutre y el bueno.
Los pro­gra­ma­do­res en Espa­ña y otros paí­ses de habla cas­te­lla­na, en aquel pre­ci­so momen­to se die­ron cuen­ta de que las dife­ren­cias eran abru­ma­do­ras, e inten­ta­ron algún cona­to de entrar en el ‘mer­ca­do’ de tele­no­ve­las bra­si­le­ñas… ¿alguien recuer­da Dona Beija?

Pero cla­ro… como no… ¡se dobló! Cagada des­co­mu­nal, como de costumbre.

Se car­ga­ron la serie como está man­da­do. Y las series bra­si­le­ñas des­de enton­ces no tuvie­ron gran difu­sión gra­cias a la feliz ocu­rren­cia del dobla­je. Tam­bién se ha dobla­do Terra Nos­tra, actual­men­te está sien­do emi­ti­da en algún canal que no recuer­do… exac­ta­men­te el mis­mo estro­pi­cio que con Dona Bei­ja. Sin complejos.

Por tan­to, ten­go la sen­sa­ción de que ese pecu­liar mun­do de las tele­no­ve­las bra­si­le­ñas, autén­ti­cas obras de arte en oca­sio­nes, antí­te­sis del con­cep­to ‘tele­no­ve­les­co’ que tene­mos en cas­te­llano, será siem­pre agua y acei­te. Jamás podre­mos dis­fru­tar de los acier­tos de la indus­tria bra­si­le­ña en ese terreno… ¡ojo! Que no todo han sido acier­tos… hay mucha morra­lla, ya que con los años la indus­tria se con­so­li­dó de tal mane­ra que se han pro­du­ci­do cosas de todo tipo, pero des­de lue­go… el terreno del arte dra­má­ti­co es terreno bra­si­le­ño. Y de tan­tas otras repre­sen­ta­cio­nes artís­ti­cas, qué duda cabe.

Por aquí, en nues­tras pro­duc­cio­nes... creo que no hemos sabi­do hacer lo mis­mo que los bra­si­le­ños. En mi modes­ta opi­nión sí hubo un muy res­pe­ta­ble caso... Los Gozos y las Som­bras, aho­ra dis­po­ni­ble onli­ne gra­cias a la mara­vi­llo­sa pági­na de RTVE. Una adap­ta­ción de la nove­la de Gon­za­lo Torren­te Balles­ter. Muy bue­na adap­ta­ción, en mi opinión.

En aque­lla épo­ca se hacían cosas muchí­si­mo mejo­res que las que se hacen hoy día... menos recur­sos sin duda... apli­ca­dos de mane­ra más hones­ta. Es esto, qui­zá, lo que echo más de menos... la hones­ti­dad en la pro­duc­ción de con­te­ni­dos. La mis­ma que me he encon­tra­do en The Wire*, sal­van­do las dis­tan­cias espa­cio-tem­po­ra­les. Estos con­te­ni­dos en el fon­do, son un fiel refle­jo del pie del que cojea la socie­dad en ese momen­to. Aquí hemos cedi­do el espa­cio tele­vi­si­vo a las hie­nas... al comer­cio, a la basu­ra. Los bra­si­le­ños se reser­va­ron su peque­ño dere­cho a difun­dir cul­tu­ra hacia todos los sec­to­res de la pobla­ción... sin olvi­dar­se de nadie. Fun­cio­na en unos casos, no fun­cio­na en otros... per­fec­to... pero algo hace.

Me des­pi­do con el Hom­bre Lobo de Zé Ramal­ho... aquel momen­to de la tele­no­ve­la Roque San­te­iro de la cual nos acor­da­re­mos muchos que por aquel enton­ces era­mos niños... coin­ci­día con la épo­ca del Thri­ller de Michael Jack­son... y cla­ro... la ima­gi­na­ción echa­ba a volar!!

Mis­te­rios da meia noite...

*.-Pd.- Deci­dí escri­bir este post a raíz de ver una de las mejo­res series que he vis­to en los últi­mos tiem­pos… The Wire… alta­men­te reco­men­da­ble. Alguno pen­sa­rá… ¿y qué ten­drá que ver una cosa con la otra? A buen enten­de­dor pocas pala­bras bas­tan. Si se hace nece­sa­ria la expli­ca­ción, mejor me la guar­do… por­que no mere­ce la pena.