Microrrelato musical
Ella Fitzgerald & Louis Armstrong, Oh Dey’s so Fresh & Fine
Se sintió algo intimidada al tener que firmar aquel papel, pero el dependiente no le dejaría hacer la reserva sin una firma. Dudó por un instante... no tenía claro qué nombre poner, temía ser descubierta... pero le gustaban tanto que, a pesar de saber que no sería capaz de comprarlos jamás, le hacía ilusión hacer una reserva a su nombre. Así, sin más. De modo que no utilizó el nombre por el que todos la conocían en la ciudad, prefirió utilizar el de casa... Sra. L. Mae.
— ¿Cómo dijo que se llamaban? – preguntó.
El diseñador llamó Strawberries a la pareja por sus dos gemas rojas, en honor a Porgy & Bess... ya sabe, «dey’s so fresh and fine, just off the vine».
— Son verdaderamente preciosas... – respondió con voz quebrada.
Sin más dilación firmó el papel y se dispuso a marcharse con toda naturalidad. Al salir de la tienda dejó deslizar por el mostrador la palma de su mano izquierda enguantada... le costaba tanto tener que salir de aquel sitio que ocultó su mirada entristecida bajo unas enormes gafas negras, sacó del bolso una larga boquilla negra e insertó un cigarrillo al final.
— Ha sido usted muy amable, gracias – dijo.