P.I.G.S. cerdos miserables

Estoy un poco har­to del pris­ma con el que se mira a los paí­ses últi­ma­men­te. Creo que es cap­cio­so, tor­ti­ce­ro, malin­ten­cio­na­do, estú­pi­do, absur­do, pres­cin­di­ble, y pro­pio de men­tes estre­chas. Gene­ra­li­zar es nefas­to… pero hacer­lo enci­ma uti­li­zan­do cli­chés ran­cios es estú­pi­do.

Y en esas anda­mos por Europa. 

PIIGS… (pigs = cer­dos en inglés) así nos lla­man por ahí. Cer­dos: Por­tu­gal, Irlan­da, Ita­lia, Gre­cia y Espa­ña. Acró­ni­mo resul­tan­te de las siglas en inglés. Cerdos.

Resul­ta curio­so com­pro­bar cómo paga­mos siem­pre jus­tos por peca­do­res… de tal for­ma, que los cli­chés se extien­den y per­du­ran como si tal cosa. Los cer­dos, son paí­ses con un nota­ble pasa­do migra­to­rio. ¿Por qué ha exis­ti­do tan­ta migra­ción? Por­que hemos sido mise­ra­bles… pobres. El que lo quie­ra reco­no­cer que lo haga y el que no, es su pro­ble­ma. Hemos pasa­do ham­bre… mise­ria… y no hace tan­to. Hemos sido unos cer­dos mise­ra­bles, qué duda cabe.

Cuan­do un cer­do mise­ra­ble salía de su país dejan­do atrás a la fami­lia —como hacen muchos cer­dos mise­ra­bles actual­men­te— lo hacía para trabajar…duro… para con­ver­tir­se en mula de car­ga, sin hora­rios. Una vez más, el que no lo recuer­de, allá él… que eche un vis­ta­zo alre­de­dor y pue­de que, con suer­te, aún pue­da encon­trar a otros cer­dos mise­ra­bles hacien­do lo pro­pio pero para noso­tros. C’est la vie.

Pero resul­ta que los PIIGS, aque­llos que fue­ron cer­dos mise­ra­bles, son vagos… mara­vi­llo­so cli­ché que, supon­go, debe chi­rriar en los oídos de muchas madres y padres cer­dos que no son capa­ces de con­ci­liar su vida labo­ral con la fami­liar. Por­que es impo­si­ble. Pero eso sí… son unos vagos. Diría más… el per­fil de cada país ha que­da­do redu­ci­do a un úni­co fac­tor: ser sol­ven­te o no. Aca­bá­ra­mos.

Noso­tros, que un día fui­mos cer­dos mise­ra­bles, aho­ra somos unos vagos… en tiem­pos éra­mos tra­ba­ja­do­res, pero aho­ra somos unos vagos. Sí por­que yo miro a mis ami­gos y fami­lia­res, y veo en todos ellos a una pan­da de vagos y malean­tes… no me cabe la menor duda. Pero cuan­do veo a la cla­se polí­ti­ca de los otro­ra cer­dos mise­ra­bles me doy cuen­ta, la ver­dad sea dicha, de que son per­so­nas de repu­tación impo­lu­ta, de una altí­si­ma cata­du­ra moral, y de una capa­ci­dad de tra­ba­jo por enci­ma de la media. Has­ta los pre­si­den­tes de gobierno en Espa­ña saben inglés, herra­mien­ta bási­ca en el mun­do diplo­má­ti­co. Y domi­nan el idio­ma por­que se lo han curra­do, como los demás.

Los PIIGS, en cier­to modo víc­ti­mas de su pro­pia mugre ges­to­ra, tie­nen que comer­se a dos carri­llos los cli­chés que cir­cu­lan por doquier… por­que sí… por dog­ma, por­que así son las cosas… por­que si se es un vago y malean­te por­que un peque­ño sec­tor pri­vi­le­gia­do de la pobla­ción ele­vó el fenó­meno «nue­vo-rico» al paro­xis­mo… pues aho­ra todos a pagar por ello. Por­que ade­más de cer­dos y mise­ra­bles somos imbé­ci­les. Claro.

Pero… es curioso…

Me pon­go a ana­li­zar otro tipo de pará­me­tros… aque­llos que nos hacen huma­nos, polié­dri­cos, tri­di­men­sio­na­les, reales… y hay cosas que me resul­tan, cuan­do menos, cho­can­tes. Al menos en Euro­pa, si nos pone­mos a juz­gar el pará­me­tro emo­cio­nal de los pue­blos… aun­que sean mise­ra­bles y cer­dos… sor­pren­de ver que, al menos a mi jui­cio, a los PIIGS pare­ce que por las venas les corre san­gre, y no hor­cha­ta. Cosas que pasan. Son cosas que no dan de comer. Bueno… o sí. De vagos y malean­tes están lle­nas las gale­rías de Arte… de tulli­dos, de tras­tor­na­dos, de esqui­zo­fré­ni­cos, de mise­ra­bles de solem­ni­dad. Y por lo que pare­ce, con sus obras y crea­cio­nes aho­ra comer­cian un sin­fín de gen­tes de bien que, por supues­to, de cer­dos y mise­ra­bles no tie­nen nada. El Arte… tie­ne estas cosas. Per­dón… la indus­tria del Arte, qui­se decir.

Pero pare­ce que los pue­blos que­da­mos redu­ci­dos a un mero cri­te­rio de sol­ven­cia y cua­tro o cin­co cli­chés ane­jos. Aun­que lue­go para comer­ciar con el fru­to y crea­cio­nes del per­so­nal, ya mida­mos el asun­to de otra mane­ra. En cual­quier caso y a todos los efec­tos, somos una pan­da de vagos y malean­tes. Nues­tros polí­ti­cos no. Noso­tros sí. Nues­tros polí­ti­cos y ges­to­res, que en la prác­ti­ca son ladro­nes, hipó­cri­tas, men­ti­ro­sos, dro­go­de­pen­dien­tes, anal­fa­be­tos, psi­có­pa­tas (per­fi­les de empa­tía 0), trai­do­res… cons­pi­cuas pero sinies­tras y tru­cu­len­tas masas cár­ni­cas de seres de men­te cap­cio­sa, zafia y cíni­ca… no son vagos y malean­tes, el res­to sí. Sí por­que… a fin de cuen­tas, noso­tros lo úni­co que hace­mos es inten­tar pagar los impues­tos —si no lo haces, ya se toma la admi­nis­tra­ción la liber­tad de embar­gar tu cuen­ta ban­ca­ria, por aho­rrar­te el trá­mi­te—, inten­tar tra­ba­jar, hacer­lo de fac­to si tie­nes la suer­te de tener un tra­ba­jo; tra­tar de sacar ade­lan­te a tus hijos, fami­lia, etc… ; meter­te en casa, ser bue­na per­so­na, o al menos inten­tar­lo… Pero eres un puto vago y malean­te. Por­que sí. Por­que todo el sis­te­ma que está por enci­ma de ti está ges­tio­na­do por por­que­ría elec­ta; ¡sí! Por­que esa es otra… a ver si enci­ma te vas a que­jar… vives en una demo­cra­cia y no lo cues­tio­nes… aquí tie­nes un pla­ti­to con heces de vaca y aquí tie­nes otro con heces de burra… ¡eli­ge cobar­de! Eres libre de hacer­lo, mal­di­to cer­do mise­ra­ble. Amén.

El obje­ti­vo es des­tro­zar nues­tra auto­es­ti­ma. El negro escla­vo secues­tra­do en Áfri­ca hace siglos era el cul­pa­ble de ver­se en seme­jan­te situa­ción… ¡evi­den­te­men­te! Por­que era un sal­va­je, por­que era más débil que una bala en el entre­ce­jo, que el láti­go en el lomo, o la soga en el cue­llo. Cla­ra­men­te la cul­pa era suya. Por­que tam­bién era un vago y un malean­te. Es públi­co y noto­rio que en Áfri­ca no tra­ba­jan por­que son unos vagos… su cla­se polí­ti­ca, mili­tar y ges­to­ra, no tie­ne nada que ver en el asun­to. Sen­ci­lla­men­te son sal­va­jes, vagos y malean­tes. Y como no están edu­ca­dos, la cul­pa es suya. Por burros. Por­que el que no ha teni­do acce­so a la edu­ca­ción, es el cul­pa­ble direc­to de su mise­ria… por vago.

¿Qué tie­ne todo esto que ver con la Música?

Sen­ci­llo… las expre­sio­nes artís­ti­cas son el canal de las emo­cio­nes de los pue­blos, de su com­ple­ji­dad, de su capa­ci­dad de abs­trac­ción… esa capa­ci­dad de gene­rar men­sa­je emo­cio­nal, de crear belle­za, es un intan­gi­ble… un intan­gi­ble que no se paga con dine­ro y no se mide con pri­mas de ries­go (por suer­te para unos, por des­gra­cia para otros). Hay cosas que los mer­ca­dos no dan… a veces ni la uni­ver­si­dad… Quod Natu­ra non dat, Sal­man­ti­ca non praes­tat. Lo dan los siglos, el tiem­po, la His­to­ria, los años… el sufri­mien­to, lo bueno y malo en la gené­ti­ca de las socie­da­des. Sí por­que… a fin de cuen­tas, con­ven­dría no olvi­dar que por las venas, repi­to, corre san­gre… y no se tra­ta de res­ca­tar el mani­do y mise­ra­ble dis­cur­so de la «pasión medi­te­rrá­nea»… pero mal­di­ta sea… menos tocar las nari­ces con lo de vagos y malean­tes, que bas­tan­te nos toca ya sufrir­los en los con­se­jos de admi­nis­tra­ción de cor­po­ra­cio­nes, ban­ca, con­gre­so, sena­do, casa real, etc… Que por mucho repe­tir lo de «vagos y malean­tes», no cam­bia­re­mos la reali­dad… los que lo son, lo son, y los demás son víc­ti­mas de los vagos y malean­tes del rei­no… y el que quie­ra que lo vea. Que en este país nues­tro —y pro­ba­ble­men­te en el res­to de cer­dos igual— uno no se hace rico tra­ba­jan­do de sol a sol… a lo sumo con­se­gui­rá algu­na her­nia, lesión o depre­sión. Rico se hace el que roba, esta­fa, mal­ver­sa, defrau­da, entra en polí­ti­ca, pega el bra­gue­ta­zo, etc…

Vivi­mos en un país en el que un delin­cuen­te menor pue­de enca­de­nar con­de­nas has­ta los 35 años, y otros, por otros deli­tos no menos impor­tan­tes —cau­san­do cár­cel injus­ta a ino­cen­tes— son indul­ta­dos por los san­tos pebocks de alguien —sin dar expli­ca­cio­nes a la «cer­da­nía mise­ra­ble»—. Pues muy bien. Obser­van­do la His­to­ria, la úni­ca con­clu­sión que uno pue­de sacar es que estas cosas no sue­len aca­bar bien… los que andan jugan­do con masas mori­bun­das y alie­na­das al final se sue­len que­mar… con fre­cuen­cia en el pasa­do aca­ba­ron mea­dos y lin­cha­dos en medio de algu­na pla­za públi­ca. Suer­te que tie­nen algu­nos de que sea­mos algo más civi­li­za­dos que en el pasa­do. Aun­que me temo, por des­gra­cia, que inclu­so el civis­mo tie­ne lími­tes. Vere­mos a ver cuan­do el ham­bre de ver­dad empie­ce a fus­ti­gar estó­ma­gos… sobre todo los estó­ma­gos de los hijos de uno… a ver hacia don­de tira el civis­mo. Igual los cer­dos mise­ra­bles, vagos y malean­tes, empie­zan a com­po­ner el mobi­lia­rio de casa… que aun­que no haya para comer, al menos que la casa esté lim­pia y orde­na­da. Algo de dig­ni­dad que­da­rá —entre los cer­dos mise­ra­bles, no entre las «gen­tes de bien» que osten­tan poder cla­ro… esos nun­ca han per­di­do dig­ni­dad algu­na; habría que tener­la en pri­me­ra ins­tan­cia para poder per­der­la—.

Los cer­dos mise­ra­bles de Por­tu­gal, el país vecino, hacen cosas de estas:

Pero bueno… su pri­ma de ries­go (spread) está en 1122 (9 de enero de 2012) pun­tos bási­cos… por tan­to, son eso… una basu­ra insol­ven­te que vale lo que vale. No hay más reali­dad que esa. Sus jóve­nes no valen un cara­jo —por­que son vagos y malean­tes—, no quie­ren ni tra­ba­jar ni estu­diar y recien­te­men­te su pro­pio pri­mer minis­tro ya les acon­se­jó sabia­men­te a mar­char­se del país… por­que allí, sen­ci­lla­men­te, no tie­nen futu­ro. Por­que ellos, de hecho, pare­ce que no son futu­ro para nadie —supon­go que es lo que tie­ne en men­te el señor Pas­sos Coelho, el ilus­tre paya­so que hace las veces de títe­re por tie­rras lusas—.

Los cer­dos mise­ra­bles de Irlan­da hacen cosas como estas:

 

Same old story

Otros que tie­nen mucha expe­rien­cia dejan­do su tie­rra, como la pro­pia can­ción indi­ca. San­gre en las venas tie­ne el señor Paul Brady… ya es más que muchos. En cual­quier caso, más cer­dos miserables.

Los cer­dos mise­ra­bles de Ita­lia, hacen cosas como estas:

Ennio Morri­co­ne. Nah… basu­ra. Eso sí, ideal para hacer una pre­sen­ta­ción en Power Point para enviar a los ami­gos por email… «Mi via­je a Nepal»… acom­pa­ña­do con esta músi­ca bara­ta ita­lia­na da mucho jue­go. Típi­co correo cutre que cir­cu­la con una lis­ta inter­mi­na­ble y abier­ta de correos elec­tró­ni­cos. Pero poco más. No es que este mate­rial refle­je emo­cio­nes, un sen­tir, una for­ma de pen­sar y ver la reali­dad… para nada. El pue­blo ita­liano es cer­do y mise­ra­ble. Su cla­se polí­ti­ca no tie­ne cul­pa de nada… ¡qué otra cosa podrían hacer los polí­ti­cos con una socie­dad tan vaga! No les que­da­ba más alter­na­ti­va que ser corrup­tos y enri­que­cer­se a cos­ta de los ciu­da­da­nos vagos. Esta­ban entre la espa­da y la pared. Es comprensible.

Algu­nos cer­dos mise­ra­bles grie­gos hacían cosas como estas:

O esto:

O esto:

Mous­ta­ki o Van­ge­lis. La ver­dad es que con una pri­ma de ries­go por enci­ma de los 3381 (9 de enero de 2012) pun­tos bási­cos… ya pue­den hacer el pino puen­te, que de nada les ser­vi­rá. Sí por­que, a fin de cuen­tas, Gre­cia no es más que eso… un país sien­do expo­lia­do des­de fue­ra y des­de den­tro… ¿cul­pa­bles? como no, los ciu­da­da­nos, por vagos y estú­pi­dos. Si el tra­ba­ja­dor de turno tra­ba­ja­se como lo hace un escla­vo chino —tra­ba­ja­do­res don­de los haya— pues otro gallo can­ta­ría. Todo el mun­do sabe que los nór­di­cos son igual de tra­ba­ja­do­res —o más— que los chi­nos a don­de han des­pla­za­do par­te de su indus­tria. En par­te por eso la indus­tria euro­pea ha deci­di­do tras­la­dar­se allí… por­que son tan, tan tra­ba­ja­do­res que les sobra el tra­ba­jo!! Por eso han deci­di­do, por cues­tio­nes huma­ni­ta­rias, des­pla­zar pro­duc­ción a Chi­na… for­ta­le­cien­do de ese modo el teji­do indus­trial euro­peo, como bien es sabido.

Y los espa­ño­li­tos… por des­gra­cia… ahí esta­mos, hace­mos cosas que no valen para nada:

Esta­mos tan alie­na­dos que pro­ba­ble­men­te muchos jóve­nes no ten­gan ni la más remo­ta idea de lo que es esto… de quién fue el maes­tro Joa­quín Rodri­go, de lo gran­dio­so que es el Con­cier­to de Aran­juez, etc. Bah… cho­rra­das. En el fon­do es eso, no somos más que una pan­da de vagos… yo veo a mi fami­lia y ami­gos, tra­ba­jan­do en un sis­te­ma en el que se les paga mal y por supues­to no se reco­no­ce hora extra algu­na (exis­tien­do legis­la­ción al res­pec­to y estan­do el tra­ba­jo regu­la­do en este país), y me doy ver­da­de­ra­men­te cuen­ta de que son una pan­da de vagos. Por­que lo son. Yo mis­mo, he paga­do duran­te años más impues­tos que muchos, y no que­da ni el dere­cho a paro… ese es el valor de gene­rar empleo (poca cosa, pero tenía un empleo a mi car­go). Aun­que mi caso no sir­ve de ejem­plo por­que ya lo decía un tío mío: «¡Pero si tú eres un mise­ra­ble! Debe­rías dar­te con un can­to en los dien­tes por con­se­guir que un ayun­ta­mien­to te mal pague por una actua­ción». Pero bueno, yo siem­pre fui un vago e irres­pon­sa­ble niño de papá (mima­do, para col­mo), de modo que en ese sen­ti­do no puedo/debo decir nada. Supon­go que la vida la debo tener ya resuel­ta. Digo yo, no sé.

Cier­ta­men­te, no somos más que un puña­do de cer­dos… PIGS… y no vale­mos más que lo que desig­ne nues­tra frau­du­len­ta sol­ven­cia. Y no he que­ri­do hablar de Fran­cia… que, cual­quie­ra diría… pare­ce que el sur de Fran­cia no per­te­ne­ce al Medi­te­rrá­neo… me pare­ce a mi que por allí tam­bién se andan hacien­do los sue­cos. Tiem­po al tiem­po. Pero cla­ro, meter la «F» en PIIGS ya no da tan­to jue­go para tachar de cer­dos al per­so­nal. Supongo.

Pero aho­ra ya las «gen­tes de bien» y los pro­fe­sio­na­les… aque­llos que no son vagos, ya están dise­ñan­do la solu­ción des­de hace tiem­po. En Gre­cia ya lle­van meses apli­can­do escru­pu­lo­sa­men­te lo que se dic­ta­mi­na des­de Euro­pa y les va bas­tan­te bien. En bre­ve sal­drán de la cri­sis. Lo mis­mo pasa con Por­tu­gal, han hecho un gran esfuer­zo para cum­plir al milí­me­tro lo que se les ha exi­gi­do y cada vez les va mejor (aun­que su pri­mer minis­tro ins­te a los jóve­nes a lar­gar­se de allí, eso es peca­ta minu­ta, deta­lle sin mayor trans­cen­den­cia, espe­cial­men­te, vinien­do de un pri­mer ministro).

Como con­ti­nue­mos sien­do tan vagos —que los ciu­da­da­nos, repi­to, lo somos, los polí­ti­cos no—, nos vamos a ente­rar. Ahí que­da eso, allá cada cual.