Verano

O el Sum­mer Free Spi­rit Bird para los amigos

Con esta músi­ca comen­za­ban unos días de des­co­ne­xión… Cómo lo Oyes… de San­tia­go Alcan­da. Sona­ba Gerry Raf­ferty en radio 3 cuan­do cru­za­ba la fron­te­ra y salía de Espa­ña… poco a poco fui per­dien­do la señal de Radio Nacio­nal con esta can­ción pre­ci­sa­men­te… y, enton­ces, bucee de lleno en unos días de des­co­ne­xión total. Supon­go que a todos nos hace fal­ta de vez en cuando.

Gene­ral­men­te, des­pués de atra­ve­sar una fase de caren­cia —tan­to en lo emo­cio­nal, como en lo físi­co—, los estí­mu­los se per­ci­ben de otra mane­ra y se mag­ni­fi­can o, en ver­dad, se valo­ran... cosa que con fre­cuen­cia no hace­mos. Es muy com­ple­jo sin­te­ti­zar emo­cio­nes a tra­vés de un sim­ple tex­to... qui­zá sea inclu­so teme­ra­rio y pre­ten­cio­so. Pero el caso es que a la hora de regis­trar lo vivi­do, el tex­to es una de las for­mas para hacerlo.

No seré muy explí­ci­to en rela­ción a lo vivi­do... no es el momen­to ni el lugar... sin embar­go, sí resul­ta intere­san­te como un puña­do de can­cio­nes pue­den mar­car como un hie­rro can­den­te el lomo de nues­tra psi­que... y así que­da­rá mar­ca­do para los restos.

Las can­cio­nes iban sonan­do… como quien no quie­re la cosa… como las cer­ve­ci­tas que vas abrien­do, fres­cas y conciliadoras…

Reco­rrien­do el camino que me lle­va al lugar don­de he sido feliz duran­te años... jus­to al lado del mar y con una peren­to­ria nece­si­tad de des­co­nec­tar... se podía escu­char Músi­ca de todo tipo… de aque­lla que entra en el tué­tano y va dan­do un buen mar­co para des­co­nec­tar de ver­dad —o sea… Trio­lo­cría… para los que ya enten­dáis el con­cep­to de nues­tro proyecto—.

Es pro­ba­ble que más de uno expe­ri­men­te ese tor­be­llino emo­cio­nal que reco­rre el cuer­po al acer­car­se len­ta­men­te al lugar don­de habi­tan los bue­nos recuer­dos de infan­cia y ado­les­cen­cia... a la Never­land par­ti­cu­lar... al País de Nun­ca Jamás... Cada cual tie­ne el suyo... supon­go. Yo ten­go el mío... y esta vez esta­ba espe­cial­men­te «Never­land». Tan­to... que antes de mar­char­me aun estoy pen­san­do en vol­ver... ¿para siem­pre?... buf... qué com­ple­ja es la vida… hay raí­ces que te aga­rran y no te largan.

El tríp­ti­co de nues­tro dis­co de Trio­lo­cría, tan­to el plano cen­tral inte­rior como el exte­rior, está basa­do en ese Never­land par­ti­cu­lar... y, en esta oca­sión, ha teni­do ban­da sono­ra con­cre­ta... no la nues­tra de Trio­lo­cría, cla­ro... aun­que algu­na cayó. Se ha pro­du­ci­do ese suce­so curio­so de aso­cia­ción de Músi­ca y momen­tos vita­les... a par­tir de aho­ra, cada vez que escu­che estas can­cio­nes recor­da­ré estos mara­vi­llo­sos días de septiembre.

Escu­chan­do este tema de la Bom­bay Dub Orches­tra, sen­ta­do en el sue­lo are­no­so fren­te al mar… luna lle­na, el mar a cin­co metros y una moran­gos­ka en la mano; jue­go de luces endia­bla­do… velas en sacos de papel, ras­tros de un atar­de­cer roji­zo en el hori­zon­te de ponien­te, la luna orgu­llo­sa requie­re aten­ción en el plano ceni­tal… Pedras Ama­re­las delan­te y detrás de noso­tros y total­men­te solos fren­te a seme­jan­te espec­tácu­lo. Sum­mer Free Spi­rit Bird… Bue­na com­pa­ñía, pri­mos a los que quie­ro como a her­ma­nos y la nece­si­dad de des­co­ne­xión ver­da­de­ra­men­te en pro­ce­so de reso­lu­ción… des­co­nec­tan­do en cada segun­do, en cada ima­gen, en cada gol­pe de bri­sa mari­na. Hacía años que no me topa­ba con ese… «Sum­mer Free Spi­rit Bird»… esa dis­po­si­ción men­tal, esa vita­li­dad… ese dis­fru­te de la vida… así… direc­to y cla­ro, sin com­ple­jos ni sub­ter­fu­gios; lejos que­da la com­ple­ji­dad de la coti­dia­ni­dad en las gran­des ciu­da­des… de la socie­dad actual.

Un espí­ri­tu ino­cen­te cada vez que se reen­cuen­tra o des­en­vuel­ve… pero exis­te, y es más puro que muchos. Sor­pren­de en oca­sio­nes… pro­vo­ca recha­zo en otras… ¿pero qué sería de Never­land sin su Sum­mer Free Spi­rit Bird? Es algo casi inevitable.

Y ahí está…

De repen­te sin­to­ni­za esta can­ción… y des­en­ca­ja al menos pin­ta­do. Mr. Bojan­gles… mere­ce un post exclu­si­vo, que dejo para más ade­lan­te. Qué mara­vi­llas exis­ten por el mun­do. La pre­gun­ta es… ¿quién no baja las defen­sas escu­chan­do Mr. Bojan­gles?... solo aque­llos que olvi­da­ron sus Neverland’s par­ti­cu­la­res… Nina Simo­ne des­ar­ma a cual­quie­ra y, si enci­ma habla­mos de una can­ción tan bue­na como esta… ¡estás per­di­do! Y la ver­dad es que no sé por qué pero… yo, per­so­nal­men­te, ten­go ten­den­cia a des­ar­mar­me en sep­tiem­bre… cosas que pasan. Sep­tiem­bre es el mes.

Una ban­da sono­ra muy ecléc­ti­ca… pero está cla­ro que no le hace­mos ascos a nada…

Y cla­ro… lue­go hay can­cio­nes que pare­ce que están hechas deli­be­ra­da­men­te para el verano… temas elec­tró­ni­cos, sin tan­ta enjun­dia como los Mr. Bojan­gles y com­pa­ñía… pero que des­de lue­go ayu­dan a mover el esque­le­to o la men­te… según pre­fie­ra cada cual…

O esto otro por ejemplo…

Qué bue­nos días he pasa­do… he cono­ci­do gen­te nue­va estu­pen­da, me he diver­ti­do, bue­na músi­ca… fami­lia, ami­gos… un mar espec­ta­cu­lar, la piel fas­ti­dia­da por la expo­si­ción irres­pon­sa­ble al sol —mea cul­pa—… algún futu­ri­ble a la vis­ta… curio­sos días estos de sep­tiem­bre... que le qui­ten a uno lo bai­lao. We’ll see what hap­pen now...

No están todas las músi­cas… ni fal­ta que hace. Pero ahí que­da regis­tro de can­cio­nes idó­neas para mar­char­se y des­co­nec­tar… fun­cio­nan, doy fe. Es como todo… cada cual ten­drá sus gus­tos, qui­zá esto se ajus­te más a mis gus­tos… a fin de cuen­tas, me gus­ta de todo… pero… para gus­tos los colo­res, está cla­ro. Allá cada cual.