Sara López Veneros

Es pecu­liar el carác­ter de mi ami­ga Sara. Es, en esen­cia, un espí­ri­tu regis­tra­dor de emo­cio­nes y sen­si­bi­li­da­des en el ambien­te... una espe­cie de ante­na emo­cio­nal. Y, como es de rigor, una ante­na no solo cap­ta... tam­bién emi­te señal —deta­lle de suma rele­van­cia en rela­ción a aque­llo que nos dio por lla­mar Arte—.

Hace unos meses lle­gué a Madrid, Sara venía a casa y ensa­yá­ba­mos temas de Músi­ca Popu­lar Bra­si­le­ña... por si algún día sur­gía la opor­tu­ni­dad de tocar jun­tos en algún sitio. Alguno de esos ensa­yos más que ensa­yo se con­ver­tía en un lar­go e intere­san­te deba­te sobre la Músi­ca, las emo­cio­nes, el Arte, la Cul­tu­ra... la indus­tria... en gene­ral de todo aque­llo que nos preo­cu­pa como «emi­so­res-recep­to­res» de men­sa­je artístico.

Es pecu­liar su carác­ter... digo... por­que no es la típi­ca autora/interprete feme­ni­na al uso. Qué demo­nios, tam­po­co es igual a los «mas­cu­li­nos» que he cono­ci­do. En pri­mer lugar tie­ne una pecu­lia­ri­dad que no se pue­de pasar por alto... y, aun­que no lo parez­ca, es de sus­tan­cial rele­van­cia: tie­ne la carre­ra com­ple­ta de gui­ta­rra, el supe­rior. Vamos... que sabe mejor que nadie lo que hace en el más­til y, en ese sen­ti­do, tie­ne una liber­tad a la hora de desa­rro­llar armo­nías y ricos  acom­pa­ña­mien­tos nada des­de­ña­ble. Des­de lue­go una rique­za que infi­ni­dad de músi­cos que conoz­co no tie­nen. Por ello, tie­ne otro ras­go carac­te­rís­ti­co: rezu­ma for­ma­ción clá­si­ca has­ta en su pos­tu­ra con la gui­ta­rra. Esto, dicho así, sé que a muchos les sona­rá pun­zan­te... dado que todo lo rela­cio­na­do con lo «clá­si­co» tie­ne un cier­to matiz y, para muchos, lle­va ya algún que otro pre­jui­cio incor­po­ra­do. Nada más lejos de la reali­dad. Es un capi­tal que ya qui­sié­ra­mos muchos... que a nadie le que­pa duda.

Es un ras­go dis­tin­ti­vo suyo en esta eta­pa en la que se encuen­tra: una que­ren­cia por nave­gar en regis­tros ale­ja­dos de lo clá­si­co... regis­tros en los que qui­zá no ten­ga tan­ta expe­rien­cia y cono­ci­mien­to en com­pa­ra­ción con su for­ma­ción clá­si­ca, pero que se esfuer­za en cono­cer y apren­der; y lo con­si­gue, vaya si lo con­si­gue. Si no tuvie­se esa for­ma­ción, no ten­dría la pul­sión explo­ra­do­ra en su inte­rior. La cla­ve está en que Sara... es explo­ra­do­ra y lle­va un buen bar­co con el que nave­gar y explo­rar, que no es otra cosa que esa con­jun­ción entre su sen­si­bi­li­dad y su for­ma­ción.

Al final, aque­llos ensa­yos nues­tros fue­ron sien­do menos fre­cuen­tes... ella se cen­tró en la pro­duc­ción de su dis­co, y yo en la peren­to­ria nece­si­dad de encon­trar un tra­ba­jo con urgen­cia para sub­sis­tir... son, sin duda, malos tiem­pos para la líri­ca. Al menos para la mía.

Sin embar­go, todo tie­ne su recom­pen­sa... y el pro­yec­to de Sara, sin duda, es una exce­len­te recom­pen­sa. He podi­do escu­char el dis­co y, según me pare­ce, a ella le ha suce­di­do algo simi­lar a lo que suce­dió con nues­tro pro­yec­to Trio­lo­cría... quí­mi­ca... una espe­cie de engra­na­je lubri­ca­do entre los ele­men­tos par­ti­ci­pan­tes; el tra­ba­jo pare­ce redon­do, espon­tá­neo, de cali­dad... muy per­so­nal y, con todo, lleno de rique­za que tras­cien­de más allá de las fron­te­ras de la pro­pia Sara. Las apor­ta­cio­nes de los cola­bo­ra­do­res se me anto­jan exce­len­tes... fres­cas, ricas.

Escu­chan­do el dis­co he teni­do aque­lla sen­sa­ción que se tie­ne al beber un buen vino, aque­lla en la que los espe­cia­lis­tas son capa­ces de sacar dis­tin­tos aro­mas y sabo­res. Lo mis­mo pasa­rá en este caso pero aquí con los meló­ma­nos que, sin duda, van a sacar muchos aro­mas mara­vi­llo­sos de este tra­ba­jo. Remi­nis­cen­cias de una rique­za sono­ra que hoy no pare­ce ser muy comer­cial... pero que siem­pre cuen­ta con un públi­co fiel, cosa que sue­le suce­der con el mate­rial de cali­dad. Aro­ma de músi­ca de Cabo Ver­de —con la que Sara no tie­ne rela­ción—, músi­ca lati­no­ame­ri­ca­na —pro­ba­ble­men­te fru­to de las apor­ta­cio­nes de los músi­cos y ami­gos de quién se ha sabi­do rodear Sara— como un toque a Mer­ce­des Sosa por ejem­plo, algo de Julie­ta Vene­gas qui­zá (se me ocu­rre en la can­ción Hoy), algún des­te­llo de músi­ca popu­lar bra­si­le­ña. Diría inclu­so que encuen­tro algo de Dylan —en su bellí­si­mo agra­de­ci­mien­to de despedida—...

¿No tie­ne un cier­to aire al Not Dark Yet de Dylan? Lo mejor de todo es que estoy con­ven­ci­do de que Sara no cono­ce esta can­ción; cual­quier pare­ci­do es fru­to del buen gus­to de ambos —Dylan y Sara—. Que no es poco. No quie­ro decir que la voz de sue­la de zapa­to de Dylan ten­ga algo que ver con la de Sara… pero con­se­guir hilar un sen­ti­mien­to o atmós­fe­ra simi­lar a cual­quier glo­ria poé­ti­ca de Dylan —al mar­gen de las voces— no es ton­te­ría en abso­lu­to. Es un refle­jo de que algo se ha hecho bien. Muy bien. Sí… cier­to… para gus­tos los colo­res… pero siguien­do con el símil del vino… podrá haber gus­tos, pero no es lo mis­mo un vino rate­ro que uno bueno. Cuan­do algo es bueno, es bueno al mar­gen de que gus­te o no. Es una cues­tión de obje­ti­vi­dad. Ade­más, cuan­do Sara me tocó por pri­me­ra vez esta can­ción en uno de nues­tros ensa­yos, recuer­do que cam­bia­ba la afi­na­ción de la gui­ta­rra… una prác­ti­ca por la que algu­nos sabréis que ten­go una inevi­ta­ble debi­li­dad… no hay nada mejor para gene­rar infi­ni­dad de atmós­fe­ras… es otro mun­do… «otros pla­ne­tas».

En defi­ni­ti­va, el dis­co tie­ne algu­nos momen­tos casi cine­ma­to­grá­fi­cos, como esos coros en «Bri­llan» que casi se ve uno rodea­do de sire­nas en algu­na pelí­cu­la tipo Dis­ney cincuentón.


En gene­ral son can­cio­nes con letras en pri­me­ra y segun­da per­so­na del sin­gu­lar... un cla­ro indi­ca­dor del cariz ins­tros­pec­ti­vo de todo el tra­ba­jo. Es una señal evi­den­te de que Sara aga­rra sus vís­ce­ras, las empa­que­ta en for­ma y mane­ra pro­pi­cia, y las trans­mi­te como bue­na ante­na emi­so­ra-recep­to­ra de emo­cio­nes que es. O, en otras pala­bras, he aquí un tra­ba­jo musi­cal artís­ti­co y arte­sa­nal: Arte. No comer­cio… Arte. ¿Sere­mos algu­na vez capa­ces de con­se­guir que la Músi­ca deje de ser una mera acti­vi­dad de leno­ci­nio al ampa­ro de la Celes­ti­na de turno? No sabría dar res­pues­ta a esa cues­tión. Entre otras cosas por­que ten­go la sen­sa­ción de que la res­pues­ta sería nega­ti­va —al menos en lo rela­ti­vo a la indus­tria espa­ño­la— pero… qué demo­nios… tra­ba­jos así con­tri­bu­yen y luchan con­tra esa marea tor­ti­ce­ra e intere­sa­da. No te qui­to el valor Sara.

Tu dis­co me gene­ra una refle­xión… se me anto­ja un tra­ba­jo sim­bó­li­ca­men­te espa­ñol —al mar­gen, obvia­men­te, del idio­ma—; tie­ne ese pun­to tra­gi­có­mi­co del Qui­jo­te de Cer­van­tes que lucha con­tra unos moli­nos de vien­to que, aun­que apa­ren­te­men­te no exis­ten, son la medi­da y cau­sa de toda limi­ta­ción para el pro­pio Don Qui­jo­te. O sea… que te armas­te de valor con tu lan­za en asti­lle­ro y adar­ga anti­gua —con tus emo­cio­nes y equi­pa­je— y te arro­jas­te de fren­te hacia el molino… ¿no es aca­so nece­sa­rio tener valor para hacer eso? No solo te has arro­ja­do… es que enci­ma, fru­to de ese embis­te, pares un dis­co… tu nue­va cria­tu­ra. Muy qui­jo­tes­co tu lan­ce… muy humano su fru­to. Qui­sis­te pasar por Dul­ci­nea en la por­ta­da… pero en reali­dad eres el Qui­jo­te, a mi no me enga­ñas.

Pues qui­zá algún día, quién sabe ami­ga mía, te sir­va yo de San­cho Pan­za en algún esce­na­rio… para arro­jar­nos a algún molino como tenía­mos pen­sa­do en nues­tros ensa­yos… ¡vete tú a saber! De momen­to me gra­ti­fi­ca ver que tu espí­ri­tu ahí anda… peleón y sin ren­dir­se… dan­do a luz. Tam­bién me ha gus­ta­do ver que el arro­jo no que­dó en mera pala­bre­ría, y te atre­vis­te con las licen­cias crea­ti­vas… ¿otro lan­za­zo al aire? Qué te pue­do decir yo des­de Trio­lo­cría… ya sabes cómo se ges­tó este pro­yec­to, es siem­pre una ale­gría ver que otros pro­yec­tos se atre­ven a tirar por el camino duro y libre.

Por últi­mo que­rría cons­ta­tar tu insis­ten­cia en lo satis­fe­cha que esta­bas de tu cola­bo­ra­ción con los her­ma­nos Toch. Fui al con­cier­to de pre­sen­ta­ción de su dis­co gra­cias a ti, y en ver­dad me sor­pren­die­ron muy gra­ta­men­te. Tenía, has­ta aho­ra, curio­si­dad por ver cómo con­ju­ga­ría vues­tra cola­bo­ra­ción. Real­men­te muy buen tra­ba­jo… muy varia­do, ecléc­ti­co y bien pro­du­ci­do. Mi más sin­ce­ra enho­ra­bue­na a Juan Pablo por la pro­duc­ción. Enho­ra­bue­na tam­bién a todos los demás par­ti­ci­pan­tes por los arre­glos… coros… todo.

Para las per­so­nas que pasen por este artícu­lo y lean estas letras, aquí va algu­na infor­ma­ción útil en rela­ción al tra­ba­jo de Sara López Veneros:

Web: http://www.saraveneros.com/
Dis­co en Band­camp: http://saraveneros.bandcamp.com/album/sara-veneros

Créditos del disco:

Sara López Vene­ros: auto­ra, gui­ta­rra espa­ño­la y voz
Juan Pablo Toch: gui­ta­rra espa­ño­la, gui­ta­rra eléc­tri­ca, gui­ta­rras acús­ti­cas, tim­ple, uke­le­le, bajo eléc­tri­co y coros
Andrés Toch: bate­ría, cajón, per­cu­sión, udu

Músi­cos invitados:

Ade­la Torres: vio­lín
Mar­tín Elle­na: ban­do­neón y flauta
Lisan­dro Man­si­lla: saxo tenor
Her­nán Dra­per: tecla­dos y melódica
Juan Gar­cía: coros
Gui­ller­mo Her­nán­dez-Coro­na­do: coros
Tata Quin­ta­na: coros e impro­vi­sa­cio­nes vocales

Pro­du­ci­do por Juan Pablo Toch
Arre­gla­do por Juan Pablo Toch, Andrés Toch y Sara López Veneros
Dise­ño de coros: Juan Pablo Toch, Juan Gar­cía y Sara López Veneros
Todos los temas com­pues­tos por Sara López Veneros
Gra­ba­do por Cesar Gruart en Estu­dio GrooveArt
En Madrid, entre mar­zo y junio de 2012
Coros gra­ba­dos en Güe­ro de Ran­cho por Juan Gar­cía, Madrid en junio de 2012
Mez­cla­do por Cesar Gruart en Estu­dios Groo­veArt, Madrid
Mas­te­ri­za­do por Max Esce­na en Puro Mas­te­ring, Bue­nos Aires, Argentina
Fotos Sara: Daniel Dicen­ta Herrera
Maqui­lla­je: Alber­to Pastrana
Pelu­que­ría: Fer­nan­do Barral
Fotos Gre­dos: Die­go Mar­tín Sánchez
Arte Dis­co: Flor Benas­si / www.elmundodealfonsa.com.ar

El dis­co lo edi­ta el sello de Manuel Galán: Pro­duc­cio­nes Aguijón

CONCIERTO PRESENTACIÓN:

Para las per­so­nas que estén en Madrid y quie­ran asis­tir al con­cier­to pre­sen­ta­ción en la sala Gali­leo Galilei:

Día: Lunes 5 de noviembre
Hora: 21:30
Lugar: Sala Gali­leo Galilei


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1 Comment Sara López Veneros

  1. Pingback: El sonido Veneros « Los 4 palos

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