Microrrelato Musical
Sensitive Kind — JJ Cale
El barniz de la mesa del fondo, medio decapada de puro desgaste, le roza el pulso mientras desliza el vaso lentamente de lado a lado. Alguien tendrá que dar el primer paso, pero esa es siempre la parte difícil. Por suerte, ella sabe latín... y no tiene edad para andar perdiendo el tiempo. Desliza el pulgar para abrir la cajetilla y dejar al descubierto el último cigarrillo gitano del paquete... lo saca y lo sujeta firme con sus labios acartonados, en tiempos carnosos. No puede evitar que la cara del pusilánime de la mesa del fondo le provoque cierto instinto burlón... qué simpleza, qué poca cosa, qué ingenuidad. Los años y el kilometraje de barra han causado un tic nervioso en el labio que evidencia el desprecio hacia la presa, los ojos de un cordero desnortado consiguen sublimar sus instintos depredadores. Inclina el lado izquierdo del labio con cierto aire displicente y se levanta decidida a desplumar al pollo.
Lento y decidido es el balanceo de esos apretados jeans... se aproximan poco a poco por encima del borde del vaso que, al acercarlo para beber, va enfriando el bigote de la víctima con tres o cuatro piedras de hielo.
– Dicen las malas lenguas que andas buscando algo...
– ¿Eso dicen?
– Eso dicen...