Microrrelato Musical
La maison près de la fontaine — Nino Ferrer
En el Boulevard Voltaire junto a la parada Oberkampf del metro de Paris, hay una cervecería llamada Metrô. Siguiendo por la perpendicular al bulevar, a la altura de la juguetería Lulu Berlu, termina una paralela a Richard Lenoir, en cuyo tramo final se encuentra el restaurante Il Borgo. Después de dos o tres semanas de flirteo, Alejandra y Rubén decidieron desvirtualizarse en dicho restaurante. Ambos eran aficionados al buen vino y a la comida italiana, por tanto, les pareció un razonable punto de partida. Sobre la mesa, una tabla de embutidos típicos italianos y una ensalada de rúcula, tomate y mozzarella. Una botella de Château Gardour para relajar la conversación, mientras sonaba La maison près de la fontaine de Nino Ferrer. Los dos se tenían ganas pero, de momento, sería conveniente guardar las formas por aquello de estar en un sitio público... al menos hasta agotar la primera botella. Una vez agotada la segunda, el objetivo sería llegar al teatro Apollo para asistir al monólogo del humorista Vérino y así continuar con el plan de desvirtualización programado. Sin embargo, la pareja desapareció entre calle y calle poco después de salir del restaurante... y es que, por lo que parece, París no ha hecho más que empezar.